Las rosas, símbolos de belleza y fragancia,
Con pétalos suaves en delicada danza.
Su esencia exquisita nos envuelve en un abrazo,
Y su colorido nos llena de amores en ocasos.
En jardines se despliegan, majestuosas y altivas,
Sus tallos fuertes sostienen sus cabezas cautivas.
Cada rosa, única en su forma y color,
Eleva nuestros sentidos, nos llena de fervor.
Su aroma embriagador nos transporta a otro mundo,
Donde reinan el romance y los sueños profundos.
La rosa roja, símbolo de pasión ardiente,
Despierta en nuestros corazones un fuego incandescente.
La rosa blanca, símbolo de pureza y lealtad,
Nos muestra el camino de la felicidad.
Y la rosa amarilla, radiante como el sol,
Irradia alegría y calidez, nos llena de un resplandor.
Oh, rosas queridas, tan delicadas y hermosas,
Vuestra presencia ilumina nuestras vidas amorosas.
Sois un regalo de la naturaleza, divinas creaciones,
Que nos inspiran a expresar nuestros más dulces emociones.
Así pues, las rosas, con su encanto y esplendor,
Permanecerán por siempre en nuestro corazón.
Esculpidas en versos y eternizadas en poesía,
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